¡Hola! Este blog ha sido creado para la asignatura de psicología con el fin de expresar nuestras ideas fuera del ámbito escolar. Aquí hablaremos de diversos temas, esperamos que sean de vuestro interés. Un saludo! :)

viernes, 10 de junio de 2011

LA NARANJA MECÁNICA Y SUPERNANNY

LA NARANJA MECÁNICA

El argumento
Alex es un joven que tiene dos pasiones: la violencia extrema y la música de Beethoven.  Él y su banda descargan sus instintos más violentos pegando, violando y aterrorizando a la población.  Cuando esta escalada de terror llega hasta el crimen, Alex es detenido.  Ya en prisión, se somete voluntariamente a una innovadora experiencia de reeducación (la “Técnica Ludovico”) que pretende anular cualquier atisbo de conducta antisocial.  Sin embargo, dicho procedimiento tendrá una serie de consecuencias negativas para Alex.  El gobierno decide entonces protegerlo, proporcionándole un trabajo y una buena posición a cambio de su silencio.
El fondo
La idea principal de la película, tal y como la concibió su director, es la cuestión del libre albedrío.  Si se nos privara de la libre elección entre el bien y el mal, ¿perderíamos nuestra condición humana?, ¿nos convertiríamos en “naranjas mecánicas”?
Otros aspectos de la película

El género.  La naranja mecánica es una obra que se incluye dentro de la llamada novela “distópica”.  Fue escrita en 1962 por Anthony Burgess y adaptada al cine en 1971 por Stanley Kubrick.  Se la considera la sucesora de 1984 (George Orwell, 1949) y de Un mundo feliz (Aldous Huxley, 1932).

Los aspectos formales.  Están todos muy cuidados, especialmente los visuales, la banda sonora y el lenguaje (el nadsat, una mezcla entre expresiones populares, argot y palabras de origen ruso).

El actor principal.  El impacto provocado por la película tiene mucho que ver con la caracterización de Malcom McDowell en el personaje de Alex.  Se ha afirmado que Alex representa al “hombre en su estado natural”.  De hecho, el autor de la novela le otorgó un aspecto simbólico al nombre del personaje principal, ya que A-lex significa, literalmente, “sin ley”, representando a un hombre sin ley o a una ley en sí misma.
TERAPIA EMPLEADA
Llaman la atención los tres elementos siguientes:
La gran complejidad del caso a tratar.  Alex es un individuo de una gran inteligencia y capacidad de liderazgo que no siente remordimientos por lo que hace y que consigue lo que quiere gracias a sus fechorías.  En este, como en la mayoría de los casos, lo más adecuado sería la prevención.  Lo que desde luego no es acertado es llevar al individuo justo al extremo contrario de donde viene.
El prototipo de tratamiento aplicado en la película es el conductual.
Al final de la película se desprende que la terapia ha dejado de surtir efecto en Alex.  En las últimas escenas vemos a Alex negociando con el ministro, tratando de sacar partido de todo lo sucedido.  Esto es, el protagonista pasa de estar bajo el control de los procedimientos del condicionamiento clásico, a estar bajo el control de los procedimientos del condicionamiento operante.  Es importante resaltar que el que Alex se “haya curado” de los efectos que le produjo la “Técnica Ludovico” significaría la vuelta del Alex asesino, circunstancia que algunos podrían encontrar deseable (los que prefieren que un asesino vuelva a serlo antes que admitir que la conducta es controlable).  Tornamos pues al inicio, a la cuestión del control de la conducta contra el libre albedrío.

PSICOLOGÍA
Las películas son una dramatización de la realidad.  En el caso de La naranja mecánica se trata el tema de la intervención psicológica. El mensaje sería: dejemos de jugar a ser dioses y permitamos que las cosas sigan su curso.  Sin embargo, no conviene olvidar que:
El control de la conducta no es un invento, sino un descubrimiento.  Los científicos lo que hacen es trasladar la situación al laboratorio para estudiarla de manera sistemática.
El control de la conducta no solo usa técnicas adversas, sino que también emplea el reforzamiento positivo para el aprendizaje de los valores que se quieren trasmitir.

SUPERNANNY Y EL CONDUCTISMO

Supernanny, la educadora más famosa de la televisión, basa su éxito en técnicas de orientación tan imaginativas como eficaces. En las distintas entregas del programa, esta profesional se enfrenta a casos de niños conflictivos, desobedientes y agresivos, retos que superan con recetas inspiradas casi todas en la psicología conductista.

Supernanny atiende la llamada de padres desesperados y vuelca sus esfuerzos en recuperar su autoridad, en ningún caso físicamente.

Supernanny comienza cada una de sus actuaciones observando. Analiza con detenimiento la estructura de las familias afectadas y saca conclusiones que, posteriormente, pone en común con los mayores de la casa.

Supernanny echa mano de métodos tan populares ya como el ‘rincón de pensar’ o el ‘reparto de responsabilidades‘. Son dos ejemplos de un manual de estilo que incluye consejos de todo tipo contra problemas infantiles tan comunes como el de la alimentación, el del sueño o el del fracaso escolar.

Supernanny es interesante porque las técnicas que utiliza están tomadas desde varias teorías. Tiene muy en cuenta el sistema familiar y, de hecho, lo más importante para esta pedagoga es que queden muy claros los límites de cada uno de los miembros familiares: los padres son los que ponen las reglas (y así ha de ser) pero han de ser puestas (no impuestas) desde el amor, no desde la violencia. Para reforzar la naturaleza de esos límites, las conductas positivas de los hijos se premian y las negativas se sancionan (con cariño, con todas las explicaciones que hagan falta). Ese refuerzo de las conductas (premio o sanción) es una de las bases de la teoría conductista. También se aplica o debería aplicarse, por ejemplo, para educar a nuestras mascotas. Particularmente, esa mezcla de teorías que utiliza supernanny, es muy interesante: marcar límites desde el amor y reforzarlos sin asomo de violencia. No gritos, no cachetes, tan solo normas que hay que cumplir para que la familia funcione de forma correcta sin que nadie enferme o muera en el intento.

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